miércoles, 8 de abril de 2015

La genialidad de John Kennedy Toole

Elegir un buen libro es siempre difícil, sobre todo si lo que buscamos es una obra que consiga entretenernos y divertirnos. Generalmente, las novelas que supuestamente son más cómicas pueden hacernos sacar una sonrisa mientras lo leemos. Sin embargo, La conjura de los necios, de John Kennedy Toole, es uno de los pocos del mundo que consigue hacernos reír de verdad.
La absurdez de los personajes es, sin duda, lo mejor de la novela. Ignatius, el protagonista, es un personaje único. Intelectual que se cree superior a todo el mundo y que vive con su madre, se pasa el día encerrado en su habitación escribiendo artículos sobre lo corrompida que está la  sociedad hasta que, tras un accidente, esta le obliga a buscar un trabajo para pagar una deuda. Es aquí cuando empieza la esperpéntica aventura de Ignatius Reilly.

Asimismo, Toole no solo escribe una simple novela de humor (que ya tendría mucho mérito de por sí), sino que contiene una profunda crítica social de la sociedad de la época. Con el personaje de Jones, por ejemplo, nos muestra la discriminación que sufrían los negros y, con el de la señora Trixie (una anciana en edad de jubilarse), la explotación que sufrían los trabajadores.
La conjura de los necios recibió el premio Pulitzer en el año 1981, aunque póstumamente, pues Toole se suicidaría en 1969 al perder la esperanza de poder publicar su novela, a la que consideraba una obra maestra.
Por todo ello, La conjura de los necios es una obra extraordinaria que recomendaría a todo el mundo y que, si fuera profesora de instituto, obligaría a leer a mis alumnos. 

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