miércoles, 29 de abril de 2015

También esto pasará, de Milena Busquets

Milena Busquets es hija de la editora Esther Busquets, fallecida hace poco más de dos años. A su ausencia está dedicada está bonita novela que te hipnotiza desde el principio. Esa ausencia es el motor que hace andar el universo de la ficción que necesita Busquets para dar fe de la pena y la nostalgia, las ganas de vivir y la aceptación de una cierta madurez de seguir viviendo en el paraíso cuando éste ya no es tal y hay más ausentes que presentes dentro de sus puertas.
A la protagonista, cuando era niña, para ayudarla a superar la muerte de su padre, su madre le contó un cuento chino. Un cuento sobre un poderoso emperador que convocó a los sabios y les pidió una frase que sirviese para todas las situaciones posibles. Tras meses de deliberaciones, los sabios se presentaron ante el emperador con una propuesta: «También esto pasará.» Y la madre añadió: «El dolor y la pena pasarán, como pasan la euforia y la felicidad.» Ahora es la madre de Blanca quien ha muerto y esta novela, que arranca y se cierra en un cementerio, habla del dolor de la pérdida, del desgarro de la ausencia. Pero frente a este dolor queda el recuerdo de lo vivido y lo mucho aprendido, y cobra fuerza la reafirmación de la vida a través del sexo, las amigas, los hijos y los hombres que han sido y son importantes para Blanca, quien afirma: «La ligereza es una forma de elegancia. Vivir con ligereza y alegría es dificilísimo.» Esta y otras frases y el tono de la novela, tan ajena a cualquier concesión a lo convencional, evocan aquella Bonjour tristesse de Françoise Sagan, que encandiló a tantos (y escandalizó a no pocos) cuando se publicó en 1954. Todo ello en el transcurso de un verano en Cadaqués, con sus paisajes indómitos y su intensa luz mediterránea que lo baña todo

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